¡CONTINÚAN LAS SAGAS JORGEANAS!
En este capítulo el autor muere. Por eso, si hasta ahora les gustó más o menos la historieta, leerán el capítulo por morbo. Si no les gustó quizá lo lean con gusto y con la esperanza de que se suspenda de una vez. A lo que voy es que tanto seguidores como detractores pueden echarle un ojo, medio ojo o, en el caso, leerlo con los dos ojos pero con los párpados a la mitad.
En este capítulo el autor muere. Por eso, si hasta ahora les gustó más o menos la historieta, leerán el capítulo por morbo. Si no les gustó quizá lo lean con gusto y con la esperanza de que se suspenda de una vez. A lo que voy es que tanto seguidores como detractores pueden echarle un ojo, medio ojo o, en el caso, leerlo con los dos ojos pero con los párpados a la mitad.
(Gracias especiales a mi preciosa Tere, que me ayudó con el photoshop y con diversas habilidades plástico-cibernéticas que ella domina a la perfección y que yo ignoro, no comprendo y hasta temo).
NOTA: una vez abierta la imagen de un clic, dénle otro clic (sí, cuanta burocracia, lo sé), y verán la imagen en cinerama, como vieron en su época Ben Hur o Lawrence de Arabia.

















2 comentarios:
Uy, pues creo que no pudieron huir ¿verdad? :/
Hola, Akira.
Yo creo que sí pudieron huir. O al menos, no murieron. El cine yanqui nunca mata a sus protagonsitas por las dudas que haya secuelas, precuelas, etc. Yo no los mato nomás por aburrimiento, y porque no sé cuando tendré ganas de volver a contar esta historia sin historia.
¡Saludos!
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