martes, 16 de abril de 2019

EL ARTE CONTEMPORÁNEO Y SU PUREZA


No tengo nada personal contra el arte contemporáneo. Sé que es producto del neoliberalismo, que representa nuestra época (y la anterior, y quizá la anterior a esa, quién sabe cuántos años se viene arrastrando), y no voy a decir cosas como “eso lo hago yo” o “no diferencio la obra expuesta de la escoba y el tacho de basura del personal de limpieza del museo” ni ninguna de esas frases de ignorante. Lo único que le reclamo es que me tome de pelotudo de una manera tan alevosa y sin anestesia. Quizá eso le falte al arte contemporáneo, más anestesia. No es mucho pedir, creo yo. Esta foto de abajo de Ai Weiwei (o como se llame) imitando la muerte de aquel nenito sirio refugiado sí me conmueve, no tiene nada de oportunista, es arte puro. O es algo que no comprendo, pero sin duda es la obra de un auténtico hijo de la repureza.




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